Author: MAYA on
martes, 26 de julio de 2011
Nuevamente me conquista el sonido del Arpa mientras camino por la plaza de Oriente, allí está el peculiar artista en el centro mismo de su "mandala". La hiedra artificial trepa por la figura majestuosa con sus múltiples cuerdas vibrantes entre los dedos largos de quien la sostiene inclinada hacía él en humilde veneración por arrebatarle una tras otra las notas que embelesan al paseante sustrayéndole del más de los profundos abismos.
Mis pies danzaban sin reparo alguno al son melodioso que embargaba mi alma según caminaba y olvidé de donde llegaba ni hacia donde me dirigía. Sin prisa, con toda la mayor de las calmas, formé parte del gran círculo y en cuclillas escuché una tras otra deleitándome con cada una de sus interpretaciones
Category: |
Author: MAYA on
jueves, 7 de julio de 2011
Comentaba con un viejo conocido sobre varios temas de nuestra actualidad, entre ellos como matamos el tiempo, pasamos por la vida de puntillas, muy superficialmente y siempre lo mismo sumergidos en el desconocimiento de nuestros principios y en seguir mirando atrás una y otra vez sin dar lugar a un crecimiento popular de formación y riqueza humana, por el contrario..,. Una única condicion nos caracteriza por encima de todos los valores y sobre esta misma, la gran ignoracia que somos capaz de almacenar generación tras generación, cuyo reflejo se deja entrever en una simple comunidad de vecinos, donde prima la soberbia y aquello de ( "por mis cojones, o si fueras un hombre, te daria una hostía) ,. Un hecho, es de pura trascendencia, y más común de lo que queremos aceptar. Esto es así, por penoso que parezca, y la gran huella del resentimiento, del dolor, del revanchismo, está latente por doquier. Las comunidades de vecinos reflejan el funcionamiento de este querido país, los intereses creados, los tapujos, las discordias, propuestas en beneficio global negadas, o las chapuzas en beneficio de...,??, a corto plazo ,con tal de que alguien en concreto no pueda acceder a lo más elemental.. (por llamar a las cosas por su nombre.) Una palabra lo define integramente "CACIQUEO", no hay forma de desterrarlo.
Category: |
Author: MAYA on
lunes, 4 de julio de 2011
La mañana del domingo, el primero de este mes de julio, resultó ser menos abrasador que los días anteriores, al pasar cerca de la iglesia, con sus puertas abiertas, las voces cantarinas de algún coro se desparramaban hacía el exterior del recinto, dos beatas rezaban cerca de la puerta, más los bancos restantes esperaban a sus feligreses con los que metros más arriba nos cruzamos mi perro y yo, ¿Estarán ensayando para cuando venga el Sr. Papa? pues sí, no cabía duda, en muchos paseos anteriores esta inusitada alegría no era tal...
El nido de la cigu¨eña en esta ocasión estaba vacío, ni la madre ni el hijo en esta ocasión se hallaban, ambos pudieran ser la gran figura de un ave a lo lejos en el cielo haciendo grandes círculos, primero la una, muy muy alto allá en el lejano horizonte sobre un cielo azul, algo más lejos la otra. En la distancia no se podía apreciar el blanco de su plumaje, e incluso su silueta más bien parecía corresponder a la de una gran rapaz, más en la lejanía y la ignorancia, toda especulación es válída.
Paso tras paso llegamos hasta el Forestal, tranquilo relajado, sin apenas visitante, dos o tres grupos de no más de tres personas, la cigarras (chicharras) estrepitosas evitaban poder escuchar a los pájaros y una suave brisa acunaba dulcemente las ramas de los altos árboles entonando la más bellas de las melodías.
Category: |
Nuevamente me conquista el sonido del Arpa mientras camino por la plaza de Oriente, allí está el peculiar artista en el centro mismo de su "mandala". La hiedra artificial trepa por la figura majestuosa con sus múltiples cuerdas vibrantes entre los dedos largos de quien la sostiene inclinada hacía él en humilde veneración por arrebatarle una tras otra las notas que embelesan al paseante sustrayéndole del más de los profundos abismos.
Mis pies danzaban sin reparo alguno al son melodioso que embargaba mi alma según caminaba y olvidé de donde llegaba ni hacia donde me dirigía. Sin prisa, con toda la mayor de las calmas, formé parte del gran círculo y en cuclillas escuché una tras otra deleitándome con cada una de sus interpretaciones 
